El “por qué” de la
investigación
La justificación de la investigación
El “por qué” de la
investigación lo constituye la justificación. Esta alude a las razones que
llevaron al investigador a seleccionar el tema en cuestión. Estas razones
sirven de fundamento para realizar el trabajo y pueden estar sustentadas en:
- Necesidades
- Motivaciones
- Intereses
- Inquietudes
- Potencialidades
En encuentros previos se
mencionó que una investigación puede iniciarse por la detección de una serie de
necesidades vacíos o dificultades que el investigador percibe en una situación
o contexto determinado El darse cuenta de que una situación no se desarrolla
según lo esperado o lo deseado forma parte de lo anterior. En tal caso, la
argumentación detallada de las necesidades que han originado la investigación
constituye la justificación, y da al investigador los fundamentos y elementos necesarios
para fortalecer los objetivos.
Así mismo, una investigación
puede surgir por la existencia de motivaciones de diversa índole, intereses o
inquietudes. También pueden iniciarse por sugerencia de otras personas
involucradas en investigaciones más amplias que requieren de continuidad o
complemento. Otra manera de iniciar investigaciones es a través de la detección
de potencialidades, tanto del contexto en el cual se realiza el estudio, como
las posibilidades metodológicas novedosas. Todo esto justifica la
investigación, solo hay que saber enfocarla.
La justificación permite
explicar la importancia del tema seleccionado y de la investigación a
realizarse, considerando su relevancia social, científica, persona e institucional,
entre otras. Una justificación debe responder a los por qué de la
investigación: por qué ese tema, por qué esos eventos de estudio, por qué ese
contexto y el por qué ese nivel de investigación…entre otros.
Hay que tomar en consideración
los siguientes aspectos:
a) La relevancia científica:
Implica determinar las necesidades de carácter científico que de alguna manera
motivan la investigación. Aspectos no
investigados, carencia de estudios en el área, confusiones e interrogantes
en torno a la temática, las cuales pueden ser resueltas con la investigación.
b) La relevancia social: Tiene
que ver con la importancia de la investigación en el ámbito social y en la solución de los problemas humanos, en
nuestro caso problemas educativos vinculados con la mención, es decir en el
contexto específico donde se realiza el estudio. Involucra la detección de
situaciones sociales que de alguna manera hacen que se requiera la ejecución de
dicha investigación.
c) La relevancia
institucional: Aspectos relacionados con la institución o planteles de
interés, los cuales constituyen motivaciones para la realización del estudio.
El otro aspecto relacionado
con la justificación tiene que ver con los antecedentes de la situación y las
investigaciones anteriores realizadas en el área. Aun cuando esta información
se desarrolla con detalle en el sintagma gnoseológico o en la fundamentación
conceptual, para elaborar la justificación del estudio es necesario indagar
sobre estos aspectos, pues si el asunto que le interesa conocer al
investigador ya ha sido ampliamente investigado y resuelto, entonces no se
justifica invertir tiempo, esfuerzo y dinero en algo que ya se conoce.
Es muy importante no confundir
la justificación con los propósitos, aportes o logros de la investigación, es
decir, no confundir el por qué con el para qué. La justificación debe
redactarse de manera descriptiva aludiendo a las situaciones existentes que
originan la investigación, y no a lo que se desea lograr o a los aportes,
ventajas o consecuencias de la investigación.
La justificación (por qué) es
anterior a la idea de investigar, los aportes (para qué) surgen después que la
investigación está lista.
Aspectos a considerar en una justificación
La justificación debe estar redactada de manera
que quede claro cuáles fueron las necesidades, motivaciones, dudas, inquietudes
y potencialidades referidas a:
El
tema de estudio: es decir, de los numerosos temas que podrían haberse
escogido, porqué se escogió ése.
El
evento de estudio: de los múltiples eventos que podrían haberse elegido
dentro de ese tema, por qué se va a investigar ese evento en específico.
Las unidades de estudio: de las diversas posibilidades en cuanto a unidades de estudio, qué
cosas justifican que hayan sido ésas y no otras.
El contexto: cuáles son las razones que justifican que la investigación se esté
haciendo en ese contexto, o en otras palabras, qué pasa en ese contexto que
amerita que se haga una investigación.
Ese
momento: Por qué es oportuno hacer la investigación en ese momento en
particular.
La justificación debe constituir una
argumentación lógica, coherente, fundamentada y convincente. Para ello es
necesario apoyarse en argumentos que permitan sustentar las afirmaciones que se
hacen y no plantear ideas sin fundamento.
Importancia de la justificación del estudio vista desde los antecedentes.
En cuanto a los beneficios de
una buena justificación, Hernández Sampieri y otros (2003), afirman que el
conocer los antecedentes relacionados con un determinado tema ayuda a:
·
No investigar cuestiones que
ya han sido ampliamente estudiadas, y menos desde el mismo enfoque. Un
investigador puede abordar un tema ya estudiado siempre que enfatice un aspecto
novedoso del mismo o le dé una perspectiva diferente a la ya trabajada, al
respecto se puede intentar hacer aplicaciones en nuevos contextos o
poblaciones, integración a otro nivel o estadio de conocimiento más complejo.
Por ejemplo, una temática puede haber sido investigada bajo la forma de
estudios descriptivos o comparativos, entonces es pertinente desarrollar
estudios posteriores explicativos, proyectivos o de otro nivel de complejidad.
·
Estructurar más la idea
preliminar de la investigación. El conocimiento de los antecedentes es uno de
los aspectos que le permite desarrollar al investigador la delimitación del
tema descrita en capítulos anteriores; además le proporciona ideas acerca de
cómo aproximarse al fenómeno, qué instrumentos puede utilizar y cuáles
procedimientos han dado resultado, entre otros aspectos.
·
Seleccionar la perspectiva
central desde la cual se abordará la investigación. Un mismo tema puede
abordarse desde una perspectiva psicológica, sociológica, comunicacional,
médica, antropológica, política, económica, educativa… Esto depende
fundamentalmente de los intereses, las circunstancias y del área de disciplina
del investigador. En nuestro caso un tema educativo puede abordarse desde
múltiples aristas vinculadas con la mención.
Es un articulo muy sintético pero claro y comprensible.
ResponderEliminarme aclaro mi duda y proporciono elementos que faltaba comprender
saludos